Cómo ayudar a tus hijos en su desarrollo personal y profesional
El proceso de aprendizaje de cualquier niño requiere tiempo y paciencia. A veces, los padres y madres intentamos ir demasiado rápido y es mejor que estemos tranquilos, que ayudemos a nuestros hijos acompañándoles en ese proceso que requiere reflexión; también en lo que se refiere a lo que será su marca personal.
Utilizando una metáfora: la generación del talento tiene una forma de embudo. Es relevante que nuestros hijos puedan exponerse a muchas cosas distintas para que esas experiencias vayan cayendo hacia el final del embudo, hacia su talento. Al mismo tiempo, cuando exponemos a nuestros hijos a experiencias y aprendizajes, también tenemos que tener cuidado para no generarles la ansiedad de estar perdiéndose algo continuamente.
Aquí tienes un resumen sobre la última sesión de Parent’s Academy que tuvimos con Arancha Ruiz*, experta en marca y talento personal:
1. Futuro profesional, talento y expectativas.
Una de las principales tensiones en el entorno del talento es cumplir con las expectativas de los padres. ¿Qué expectativas proyectamos sobre ellos? Una conversación sobre qué esperamos de nuestros hijos puede ser muy valiosa para su futuro, más que decidir el sector profesional o la formación académica que necesitan.
Es importante recordarles cuánto les queremos y que ese amor no depende de su éxito, es incondicional. En el viaje del talento, también es bueno que sepamos estar a su lado y ayudarles a descubrir nuevos hitos en ese viaje.
2. Senderismo.
El contexto profesional ha cambiado mucho, y es clave entender el recorrido como un camino en el que vamos acumulando experiencias y aprendizajes en nuestra mochila. El “hay que estudiar y encontrar un trabajo pronto” es una fórmula obsoleta.
Quizá conviene más tener un espacio de reflexión que te lleve a experimentar, antes de cerrar un futuro profesional fijo. A la vez, se da un paro juvenil muy alto y una necesidad muy amplia de perfiles nuevos: la demanda de personas con competencias digitales es tan alta que las empresas a veces ni piden titulación para contratar. Hoy las competencias digitales son tan esenciales como saber un idioma.
3. La sociedad del cansancio.
Tenemos que aprender a decir que no, a descansar. Los padres tenemos una labor irremplazable para que nuestros hijos entiendan que no tienen que sumar muchas habilidades, sino entender cuáles son las que mejor les quedan, cuáles están mejor combinadas con sus características y su personalidad. En una sociedad tan rápida, es clave acompañarles cuando se equivocan y para que perseveren en aquello que les apasiona.
4. Personas y cambio.
Todas las personas tenemos unas habilidades y unos retos. En la medida en que están alineadas, fluimos, estamos bien. Cuando las habilidades son más altas que los retos, nos aburrimos. Y cuando las habilidades son más bajas que los retos, sentimos ansiedad.
A veces estamos en esa zona de confort, porque hay un equilibrio entre nuestras habilidades y los retos. Pero si añadimos nuevas habilidades, se nos plantean nuevos retos. Por eso es importante estar abiertos de cara a nuestra carrera profesional.
5. Marca personal en adolescentes.
La marca personal es una habilidad desarrollada a través de la conexión social. Es una disciplina que se puede utilizar para un fin muy concreto o para conectar con audiencias. La marca personal puede ayudar a un adolescente en cuatro elementos:
- Definir la promesa o el talento que tienes, qué aportas. ¿Qué voy a aportar? Les podemos ayudar mucho en esta cuestión, mostrándoles habilidades, talentos y potencias que ya tienen en casa.
- La conexión con su “tribu”. La marca personal ayuda a conectar con personas que te interesan y a quienes tú puedes interesar.
- Diferenciación. No es solo que sepas hacer algo sino que lo haces de un modo distinto. Tienes una capacidad especial para hacer que la gente se sienta más alegre, por ejemplo.
- La conexión con los demás. ¿Con quién quieres conectarte? ¿Qué te interesa más? ¿2.000 personas a las que no conoces? ¿Y si esas 2.000 personas no te hacen bien? ¿Sería mejor estar con 100 personas que te aporten valor? Podemos llamarlo networking pero es más que eso.
6. El riesgo del postureo.
Hay una tensión entre ser únicos y diferentes y al mismo tiempo, seguir las modas y las tendencias de su «tribu». Tenemos que ayudarles a reflexionar sobre el ‘para qué’ de una publicación, por ejemplo.
¿Para qué quieres publicar esto? Si quieres compartir en un momento dado que estás muy guapo o muy guapa, eso está muy bien. ¿Es eso lo único que quieres compartir con tus amigos? ¿No te gustaría compartir también qué películas has visto o qué cosas te interesan? Quizá el mejor modo de huir del postureo es ayudarles a que compartan aspectos distintos de su vida, no solo el externo.
7. Afrontar el rechazo.
Una de las cosas más peligrosas de la exposición pública es que el rechazo de los demás nos llega de manera inmediata. Es necesario explicar también a nuestros hijos que no todo es posible, que no podemos gustar a todo el mundo y al mismo tiempo que el rechazo hay que afrontarlo sin que nos destruya.
Descubre la sesión completa aquí:
Ver esta publicación en Instagram
* Arancha Ruiz es especialista en marca y talento personal. Es autora de tres libros de referencia sobre gestión de carrera y marca personal: “El Mapa de Tu Talento”, con prólogo de Eduard Punset, “Qué busca el Headhunter” y “Ahora o Nunca” (Editorial Conecta). Profesora de IE Business School y otras escuelas de negocios, foros y empresas.
Executive MBA por IE Business School, Master in Environment & Politics por Universidad Carlos III, Máster en Asesoría Jurídica de Empresas por IE Law School y licenciada en Derecho por la Universidad de Granada.