Así que, ¿cómo podemos construir nuestro CONTROL PARENTAL propio, el que más se adapte a nuestra familia? Dependerá de la edad de nuestros hijos, de nuestra habilidad digital, de nuestra capacidad de diálogo en familia, de nuestro tiempo libre, de nuestros valores… Éstas son nuestras 7 piezas, algunas compatibles entre ellas y todas fundamentadas en la última y más importante (tienes que leer hasta el final para enterarte).
1.EN LA PUERTA DIGITAL DE CASA: router y servidores DNS. El router es la puerta digital de nuestra casa y la mejor opción para gestionar restricciones de navegación online cuando varias personas se conectan a Internet con distintos dispositivos. Ejerciendo el control parental desde esta puerta digital, los padres pueden controlar y filtrar los contenidos accedidos y accesibles de todos los dispositivos conectados, determinar límites de tiempo de conexión y aplicar filtros web para evitar que los hijos lleguen a webs desaconsejables. La mayoría del software de control parental y de seguridad disponible en el mercado permite incorporar filtros al router. Además, con ciertos modelos de router seremos capaces limitar las horas de uso a internet para nuestros hijos, filtrar los contenidos que pueden ver, etc. Marcas como Linksys y Belkin acostumbran a disponer de control parental incorporado. Esta opción es bastante potente. Y MyTorch, por ejemplo, es un proyecto disponible de momento sólo en Estados Unidos en el que el control parental se convierte en la base del propio router. ¡Lo más! También están los sistemas mediante filtrado por servidores DNS (sistema de nombres de dominio) para usuarios más avanzados, que son una solución interesante porque se puede aplicar a la totalidad de dispositivos y sistemas operativos de la casa.
Ten en cuenta: útil para todas las edades.
2. EN EL APARATO EN CUESTIÓN: ajustes en los ordenadores, móviles o tablets. Todos los dispositivos que tenemos en casa (incluso muchos de los que compramos de juguete a los niños) incluyen ‘paquetes’ de control parental; de hecho, es una de las formas más frecuentes de controlar la navegación por internet y bloquear el acceso a contenidos inapropiados. En el sistema operativo de Windows y de Apple existe esta opción; y en cada tablet o smartphone puedes también ir a Ajustes y cambiar aspectos de la configuración en cuanto a horas de conexión o accesos. Aquí puedes ver cómo activar el control parental en el iPhone y iPad; y en los dispositivos Android podrás encontrar la forma de configurarlo en ajustes (varía bastante en función de las marcas de móvil). Precisamente por eso Google trabaja para unificar la forma de ejercer el control parental desde la Google Play Store y, pronto, a través de Family Link (de momento solo disponible en algunos países).
Ten en cuenta: útil para todas las edades, dependiendo del ajuste que elijas.
3. EN EL SOFTWARE DEL APARATO: programas de control informático. Son los programas clásicos, packs de protección frente a los ‘peligros de Internet’, fundamentalmente virus. A veces los anti-malware o antivirus incorporan control parental. Y viceversa. Puedes bloquear webs, marcar límites de tiempo de pantalla, controlar la actividad online y en redes sociales, monitorizar conversaciones por chat o recibir un resumen de la vida online de tu hijo. Los clásicos: Kaspersky, Norton, McAfee, SafeEyes o Panda, por ejemplo. La necesidad de estar protegido online hace que las compañías tecnológicas sigan buscando soluciones globales, y Telefónica ha presentado hace poco un pack que ofrece control parental incorporado a seguro digital y muchos servicios más…
Ten en cuenta: suelen tener un coste inicial y en ocasiones un coste mensual de suscripción. Útil para todas las edades aunque no es la solución más intuitiva de instalar y suele estar pensada más para ordenadores que para otro tipo de dispositivos (por eso muchas marcas han lanzado aplicaciones para móviles).
4. AL NAVEGAR POR INTERNET (1): filtros en navegadores. Los navegadores ofrecen distintas formas de filtrar las webs a las que no quieres que lleguen tus hijos. Safari, Chrome e Internet Explorer te dejan seleccionar sites y dominios que quieres bloquear, por ejemplo. Con Firefox, su aplicación Prefer:Safe reconoce controles parentales que ya estén activos en tu sistema operativo. Podría parecer que no, pero sirve, aunque hay que dedicar tiempo a configurar los filtros. Hay muchas formas de hacerlo y cada navegador tiene su propio ‘modus operandi’, aunque lo habitual es ir a Ajustes (o similar) y marcar los tipos de webs que quieres deshabilitar.
¿Qué conseguirás? Que cada vez que el niño (o tú, en función del usuario) queráis llegar a una web no recomendable, el ordenador os mostrará una pantalla en blanco. La mayoría de los padres encontramos esta opción incómoda porque nos limita nuestra propia navegación (salvo que creemos perfiles independientes de navegación, con unos propios para los niños). En este tipo control parental se utilizan diferentes técnicas de prevención: listas blancas (permitido) vs. negras (denegadas); bloqueo por palabras clave (verificación del contenido del sitio web; y restricción de acceso a sites que tengan ciertas palabras («porno», «sexo», «drogas», «matar»…). Muchas opciones permiten personalizar los criterios de severidad (¿cuántas veces debe aparecer una palabra para considerar el sitio como no apto?) e incluso seleccionar las palabras por categorías y agregando palabras específicamente indicadas por el usuario.
Ten en cuenta: lo que ofrece un navegador no se aplica a otro navegador. Así que si tienes varios en tu ordenador, o distintos entre dispositivos, es necesario activar los filtros en cada uno de ellos. Recomendable cuando hay niños pequeños.
5. AL NAVEGAR POR INTERNET (2): existen herramientas que dan acceso a páginas o contenidos adecuados para los pequeños de la casa. Tienen un diseño y características apropiadas a ese público; y permiten el uso de diferentes perfiles en función de la edad del usuario. En el caso de navegadores (como Explorer pero para niños) especialmente recomendables son Tweens Browser, Kido’z, Zoodles, Magic Desktop (sólo Windows) y Kidbox. En cuanto a buscadores que ofrezcan resultados “seguros”: Kiddle, Buscador Infantil y Bunis. En este cajón de opciones de navegación infantil segura se incluye también YouTube Kids, que es la versión infantil de la popular red de vídeos. Absolutamente recomendable si tienes niños pequeños.
Ten en cuenta: los navegadores suelen ser gratis en su versión básica, pero luego precisan de pago (premium). Las que son totalmente gratis suelen incluir contenido promocional o anuncios. Recomendable cuando hay niños pequeños.
6. APPS PARA TABLETS Y SMARTPHONES (Y SUS VERSIONES EN WEB): esta posibilidad es la de mayor crecimiento (nuestras preferidas son: Qustodio, NetNanny, NetSanity, ParentKit (solo iOS) y PlaytimeKidCrono -más control de tiempo que de contenidos-). La razón de su utilidad: primero, son sencillas de instalar y chequear; y segundo los niños se conectan más a Internet a través de dispositivos móviles que a través de ordenadores, tienen móvil cada vez pequeños. Y el mayor problema no es ya solo que accedan a contenidos inadecuados, sino que abusen del tiempo de conexión (también por la noche), que se descarguen todo tipo de apps, que ‘maltraten’ sus datos personales o que se intercambien mensajes con desconocidos o conocidos malintencionados.
Ten en cuenta: estos productos hacen un seguimiento de mensajes de texto, llamadas, fotos, tiempos de uso… Gestionan filtros y controlan la actividad online de los niños. Las hay de muchos tipos así que es fundamental comparar (precio, servicio y disponibilidad en función de si tienes dispositivos Apple o Android…).
7. TÚ: no nos olvidemos de que todas estas herramientas no sustituyen en ningún caso a nuestra supervisión, nuestra comunicación con los niños para saber qué les interesa de Internet, cómo lo usan, qué buscan… Para enseñarles a navegar con sentido común y precaución. Los padres somos el mejor control parental y se trata no sólo de CONTROLAR sino también y sobre todo de GUIARLES.
Si nunca has probado ningún tipo de control parental tecnológico, los más sencillos de utilizar son las aplicaciones para dispositivos móviles, así que te recomendamos empezar por ahí (punto 6). Si tus hijos son muy pequeños: prueba con los navegadores infantiles (punto 5). Si ya son adolescentes: tus conversaciones son fundamentales y el apoyo tecnológico debería ir de la mano del límite de tiempo. Por ejemplo, configurando apagado de dispositivos o no conexión a Internet por las noches vía router (punto 1) o a través de apps (punto 6). Así que con el punto 7 siempre en la cabeza, te sugerimos aprender más sobre los puntos 6, 5 y 1. ¡Ánimo!