La conversación que llevas evitando tanto tiempo. Cómo hablar a tu hijo sobre la pornografía.
Claves y argumentos para hablar sobre este tema
Claves y argumentos para hablar sobre este tema
Una de las principales preocupaciones sobre el uso de internet es la facilidad con que se puede acceder a contenidos inadecuados. Los padres tenemos que hablar de estos temas con nuestros hijos para que sepan cómo afrontarlos. Los datos demuestran que los menores acceden a estos contenidos en edades cada vez más tempranas.
Estos contenidos hacen daño a la sensibilidad y pueden generar adicciones o deformar la afectividad de quienes los consumen, al mostrar como algo normal la violencia sexual o la cosificación de las personas.
Los canales de información son muy amplios y es importante abordar pronto este tema con nuestros hijos, de acuerdo a su lenguaje y sus conocimientos. En este artículo vamos a tratar cuatro aspectos:
“Consumir” es un verbo con muchos matices. Hay dos tipos de consumo, el directo y el indirecto. De este modo, consumir pornografía no es solo buscar contenido pornográfico, sino encontrárselo y tomar la decisión de continuar o descartar el contenido.
Para decidir a qué edad afrontar la primera conversación sobre estos temas es conveniente saber que, sin buscarlos, nuestros hijos pueden encontrarse con contenidos inapropiados. Al mismo tiempo, es recomendable conocer y entender su sensibilidad y su contexto. Es decir: qué piensan y cómo les afectan estos temas a ellos, a sus amigos o a sus compañeros de clase. Desde esa perspectiva podremos mantener nuestra primera conversación de un modo más adecuado.
Los niños necesitan pautas claras de comportamiento. Sin embargo, la capacidad para entender por qué conviene hacer una cosa tiene que ver con la madurez. Por eso es necesario dotarles de herramientas que puedan utilizar para afrontar adecuadamente estas situaciones.
Como en otros tantos temas, es importante crear un clima de confianza. Suele costar que, a determinadas edades, nuestros hijos nos lo cuenten todo, pero podemos lograr que en determinadas circunstancias sea más fácil que acudan a nosotros:
Uno de los puntos más interesantes de esta conversación es el planteamiento positivo. De nada sirve entender que una conducta es incorrecta si no tenemos una vía que nos aporte más valor que la anterior. Por ejemplo: no basta con explicar a nuestros hijos que no hay que hacer mal a nadie. Es más interesante explicarles que hay que hacer el bien a los demás.
Del mismo modo, con respecto al consumo de contenidos inadecuados es conveniente hacer entender a nuestros hijos que su afectividad es un campo sin límites en el que pueden encontrar felicidad, superación y relaciones afectivas con otras personas que les hagan ser mejores y más grandes.
El mejor modo de afrontar la pornografía es entender la afectividad humana. Y aquí es donde nos toca trabajar.