La conversación que llevas evitando tanto tiempo. Cómo hablar a tu hijo sobre la pornografía.

Claves y argumentos para hablar sobre este tema

 

Una de las principales preocupaciones sobre el uso de internet es la facilidad con que se puede acceder a contenidos inadecuados. Los padres tenemos que hablar de estos temas con nuestros hijos para que sepan cómo afrontarlos. Los datos demuestran que los menores acceden a estos contenidos en edades cada vez más tempranas.

Estos contenidos hacen daño a la sensibilidad y pueden generar adicciones o deformar la afectividad de quienes los consumen, al mostrar como algo normal la violencia sexual o la cosificación de las personas.

Los canales de información son muy amplios y es importante abordar pronto este tema con nuestros hijos, de acuerdo a su lenguaje y sus conocimientos. En este artículo vamos a tratar cuatro aspectos:

 

1. Qué significa consumir pornografía

“Consumir” es un verbo con muchos matices. Hay dos tipos de consumo, el directo y el indirecto. De este modo, consumir pornografía no es solo buscar contenido pornográfico, sino encontrárselo y tomar la decisión de continuar o descartar el contenido.

Para decidir a qué edad afrontar la primera conversación sobre estos temas es conveniente saber que, sin buscarlos, nuestros hijos pueden encontrarse con contenidos inapropiados. Al mismo tiempo, es recomendable conocer y entender su sensibilidad y su contexto. Es decir: qué piensan y cómo les afectan estos temas a ellos, a sus amigos o a sus compañeros de clase. Desde esa perspectiva podremos mantener nuestra primera conversación de un modo más adecuado.

 

2. Cómo podemos preparar a nuestros hijos para situaciones en las que se encuentren con contenidos inapropiados

Los niños necesitan pautas claras de comportamiento. Sin embargo, la capacidad para entender por qué conviene hacer una cosa tiene que ver con la madurez. Por eso es necesario dotarles de herramientas que puedan utilizar para afrontar adecuadamente estas situaciones.

  • Al principio quizá basta con decir que algo no es adecuado para su edad. Lo más importante, sin duda, es ponernos en su lugar: ¿mi hijo está preparado para afrontar este tema? ¿Puedo hablarle de forma explícita o es mejor acudir por el momento a explicaciones más abstractas?
  • Después, habrá que tratar el tema con una explicación más argumentada sobre la afectividad y sobre cómo afecta al desarrollo de las personas. Esta explicación es más compleja pero podemos apoyarnos en pautas sociales generales, en la dignidad humana y en la ayuda de material didáctico a partir de las cuestiones que se vayan a tratar en asignaturas escolares.
  • En todo momento las pautas concretas dependen de cada caso. Pero puede ayudar plantear el consumo de contenidos como algo en lo que nosotros tenemos que darles permiso. Del mismo modo que cuidamos la alimentación de nuestros hijos y no pueden comer todo lo que les apetece, o no se pueden ir a la cama a la hora que quieran.
  • Y, por último, podemos ayudarnos de controles parentales para impedir de la forma más directa posible que el consumo se dé sin buscarlo.

 

3. Cuál es la actitud de los padres a la hora de afrontar este tema 

Como en otros tantos temas, es importante crear un clima de confianza. Suele costar que, a determinadas edades, nuestros hijos nos lo cuenten todo, pero podemos lograr que en determinadas circunstancias sea más fácil que acudan a nosotros:

  1. No tratar el tema como un tabú. En la medida en que pongamos barreras a hablar de algunos temas, nuestros hijos tenderán a contárselo a otras personas.
  2. Generar un contexto previo. Quizá no hace falta hablar de todo en la primera conversación. Pero sí dejar claro que se puede hablar de estos temas y que vamos a estar ahí cuando quieran hacerlo.
  3. Dejar claro que la libertad de un menor está tutelada. Que tenemos el deber de protegerles y que somos más capaces que ellos de decidir qué les conviene y qué no.
  4. La formación es muy importante. Cuando nuestros hijos tengan una madurez superior, llegará el momento en que tendremos que tratar estos temas con nuestros hijos en un plano directo, respetuoso y muy claro. Entonces podremos hablar, por ejemplo, de cuáles son las consecuencias de la pornografía en términos estadísticos, qué problemas puede generar y su relación con la afectividad humana. No hay nadie mejor que tú para explicar las diferencias entre realidad y ficción.

 

4. Por qué es importante enfocar la conversación por elevación

Uno de los puntos más interesantes de esta conversación es el planteamiento positivo. De nada sirve entender que una conducta es incorrecta si no tenemos una vía que nos aporte más valor que la anterior. Por ejemplo: no basta con explicar a nuestros hijos que no hay que hacer mal a nadie. Es más interesante explicarles que hay que hacer el bien a los demás.

Del mismo modo, con respecto al consumo de contenidos inadecuados es conveniente hacer entender a nuestros hijos que su afectividad es un campo sin límites en el que pueden encontrar felicidad, superación y relaciones afectivas con otras personas que les hagan ser mejores y más grandes.

El mejor modo de afrontar la pornografía es entender la afectividad humana. Y aquí es donde nos toca trabajar.

 

Empantallados.com es una plataforma para padres, que nace porque pensamos que nuestros hijos necesitan que les acompañemos también en este mundo digital.