Sharenting: no sabes lo que es pero lo has practicado
7 consejos para compartir fotos de tus hijos y evitar riesgos
7 consejos para compartir fotos de tus hijos y evitar riesgos
Es muy posible que la palabra sharenting no te suene de nada pero lo cierto, y lo más normal, es que lo hayas practicado en alguna ocasión sin saberlo. No pasa nada. Somos padres y madres orgullosos de nuestros hijos y por eso lo hacemos. Mientras no crucemos las líneas rojas, todo va bien.
El término inglés proviene de la unión de dos palabras: compartir y paternidad. Básicamente hace referencia a la acción de compartir fotografías de nuestros hijos a través de redes sociales o aplicaciones de mensajería como WhatsApp. ¿Qué peligro puede tener compartir una foto graciosa de un hijo? Pues no debería tener ninguno, pero por desgracia puede tener consecuencias que quizá no imaginábamos. Hay que recordar que la viralización de las redes sociales puede ser tan rápida como la velocidad de la luz y esa foto que en principio pensabas que no iba a trascender ha acabado en manos de una persona totalmente desconocida.
Compartir una fotografía de un hijo en redes sociales es una decisión totalmente personal que nadie tiene derecho a juzgar. Además, no tiene por qué tener nada malo si cuidamos y tenemos en cuenta estas líneas rojas:
(Por Borja Adsuara Varela. @adsuara. Profesor de Derecho Digital en Universidad Villanueva. Abogado y consultor. Fue el Director General de Red.es)
Borja Adsuara nos recuerda dos ideas clave: “La primera es que los derechos humanos o fundamentales son de cada uno. También de los menores, aunque, mientras son menores de edad, cuiden de ellos sus padres. En este sentido, el derecho al honor, la intimidad, la propia imagen y la protección de datos personales son de los menores; aunque, mientras lo sean, los padres los administran, pero siempre en beneficio del interés superior de sus hijos”.
La segunda idea que enfatiza el experto es que “los derechos humanos o fundamentales se tienen desde el nacimiento y su ejercicio pleno se alcanza con la mayoría de edad, pero algunos de ellos pueden irse ejerciendo mucho antes, de manera progresiva».
Éste es el caso de los derechos al honor, a la intimidad y a la propia imagen, y del derecho a la protección de datos personales (la imagen física también es un dato), que se pueden empezar a ejercer por el menor desde la adolescencia.
De hecho, la adolescencia se caracteriza, precisamente, por una preocupación del menor por su imagen y por una reivindicación de su espacio de intimidad personal y de su derecho a tomar sus propias decisiones”.
Sabemos que todas las ideas que hoy hemos lanzado en este artículo pueden ser un reto difícil, pero nadie dijo que esto de las redes sociales iba a ser algo sencillo. Lo importante es saber que cada familia es un mundo y que cada uno está en su derecho de subir a las redes sociales lo que quiera siempre que sea positivo. Porque las redes sociales, pueden ser un lugar muy bueno donde compartir, inspirarte y ayudarse entre todos.
Datos que no hay que compartir nunca en redes: