Snapchat, el zoológico de filtros.
Contenido que se destruyen de forma automática tras ser enviados
Contenido que se destruyen de forma automática tras ser enviados
Snapchat o grabar vídeos de momentos gamberros. Snapchat se convirtió en un espacio online (llamémosle red social o app de mensajería) muy popular entre los adolescentes y pre-adolescentes del planeta. Y en España, especialmente entre los adolescentes de 15 y 17 años. Aunque actualmente su crecimiento se está ralentizando por la aparición de funciones similares en Instagram, Snapchat sigue contando con 158 millones de usuarios registrados.
Se trata de una aplicación móvil que permite el envío de contenido multimedia (fotos y vídeos en su mayoría) a uno o más destinatarios. Estos contenidos se llaman SNAPS, duran diez segundos y se destruyen de forma automática. Puedes agregar texto o incluir filtros y efectos.
La mayoría utilizan Snapchat para mandar contenido humorístico o absurdo. En Snapchat triunfan las expresiones faciales divertidas o raras con efectos animados, como las máscaras de cara de perrito, pez, etc. Además se comparten momentos de la vida cotidiana, como la comida que se está a punto de comer o el destino turístico que se está visitando. Los contenidos subidos de tono están presentes dentro de esta red social, aunque no es el medio más empleado para el practicar sexting.
Por el concepto que los menores tienen sobre la inmediatez y el ‘no pasa nada’ en Internet. Como los vídeos o fotos desaparecen al poco tiempo de enviarlos, los usuarios tienen la sensación de que no ‘dejan huella’. En cierto modo es un antídoto a las redes sociales tradicionales, consideradas algo así como más permanentes. Además triunfa porque les parece una forma divertida de comunicarse con los amigos añadiendo efectos sobre las fotos y vídeos.
Para más información puedes visitar el Centro de Seguridad de Snapchat.